viernes, 20 de abril de 2007

Historia de otra masacre en EEUU (y van)

Otra nueva matanza estudiantil en los U.S.A, y fíjate tú que no me sorprende, aunque esta haya sido de record: 33 muertos nada más y nada menos. Yo creo que ya me he acostumbrado a que cada cierto tiempo se produzca una en el país de la N.R.A, en donde llevar un arma es un Derecho constitucional y en donde la cultura del “Loser” (léase el bicho raro, el perdedor, el que va a contracorriente del resto) y del “Popular” (léase el chulopo/a que todo el mundo admira, el más guapo/a, el capitán del equipo o la capitana de las animadoras) se sigue a raja tabla en la “High School” (léase instituto). Los segundos son enemigos mortales de los primeros y por su especial status de reconocimiento general por el resto de sus compañeros parece ser que tienen el derecho a burlarse y, hablando en plata, putear al que no es igual que él ni sigue sus patrones de comportamiento. Esto derecho es extensible a toda estudiante que aun no siendo “Popular” en el sentido estricto de la palabra no se le puede catalogar como “Loser”.


"Nosotras somos las más mejores y nos reímos de los que no se parecen a Tim, el capitan del equipo"


Aquí vemos un clasismo llevado al extremo en la juventud americana. El problema de estos extremos es cuando “el bicho raro” acaba harto de su situación de presión social y tira por la tangente. Con su derecho a comprar un arma decide acabar de manera drástica con burlas, a veces suicidándose (luego todos a llorarle lo desgraciado que era) o tomando lo que él considera la justicia por su mano y luego suicidándose (en este caso es un asesino y un perturbado).


"¿ARE YOU TALKING TO ME?"


En la matanza de Virginia nuestro “Loser” se trata de un estudiante universitario de origen coreano llamado Seung Hui Cho. ¿Y quien era Seung Hui Cho?

. Pues hay diversos testimonios. Según una profesora era una persona “muy agitada”, según un vecino una persona “muy tranquila e introvertida que le gustaba el baloncesto”y según el periódico Chicago Tribune “"Cho había mostrado recientemente signos de violencia, un comportamiento aberrante, según las fuentes de la investigaciones, incluyendo prender fuego a un dormitorio y un supuesto acoso a mujeres." Todo muy contradictorio, pero aquí llega “la perla” que suelta una compañera de Cho "Hacíamos bromas en clase sobre su trabajo, porque era muy novelesco, muy surrealista, teníamos que reírnos". Como si fuera una obligación oiga!.



"Aqui dejo mis razones, malditos niños ricos"


El caso es que el chaval se tomó la molestia de dejar su testimonio grabado (los chicos de Columbine también lo hicieron) como justificación de sus actos. Obviamente se comprueba que Cho ha perdido completamente la chaveta. En esas declaraciones no hay rastro de su novia o ex novia, considerando que sus actuaciones fueran por despecho hacia esta. En blogs se colgaron fotos e informaciones de la supuesta novia e incluso ciertos medios de comunicación se hicieron eco de la noticia. Pero como era un asunto morboso y hay testigos que aseguran que antes de asesinar a un profesor o compañero antes preguntaba si la habían visto por ahí, pues se pública sin contrastar la fuente.

"Teniamos más cosas en común"

No hay comentarios: